Descripción

El diagnóstico y tratamiento de las enfermedades vasculares han experimentado un tremendo progreso desde la introducción de tecnologías ecográficas no invasivas en la práctica clínica a finales de la década de 1970. Hoy, el ultrasonido es capaz de monitorizar las etapas silentes tempranas de la aterogénesis así como las características morfológicas de la ateroesclerosis avanzada durante su progresión y regresión en todas las arterias principales del cuerpo. La habilidad que tiene el ultrasonido para discriminar las formaciones de trombos tanto arteriales como venosos se ha expandido para incluir la detección y cuantificación de microámbolos circulantes. Los estudios vasculares ecográficos son herramientas importantes en el diagnóstico del paciente individual y durante su seguimiento, especialmente en ensayos clínicos al azar y prospectivos que sirven para reforzar la medicina basada en la evidencia para la práctica cí­nica. El uso reciente de la monitorización ecográfica actual en tales estudios ha ayudado a introducir nuevas formas para el manejo de nuestros pacientes, tanto en las sociedades modernas industrializadas como en los p­ses en desarrollo. La edad en aumento combinada con la desafortunadamente alta prevalencia restante y las incidencias de infarto de miocardio, ictus y enfermedad vascular periférica subrayan la necesidad para la identificación temprana de los sujetos con alto riesgo para su tratamiento en un período aún asintomático con un impacto terapeútico potencial en la prevención primaria y para los medios de mejorar la monitorización para una segunda prevención. El ultrasonido continuará jugando un papel primordial para alcanzar estas metas importantes de la medicina preventiva; ya que no es invasiva, está siempre disponible y es económicamente viable, tiene ventajas que lo distingue sobre toda otra herramienta diagnóstica vascular.


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